jueves, 23 de enero de 2014

EL ATAQUE DE LAS NOVIAS

Otro artículo que nos ayuda a reflexionar sobre el tipo de relaciones que tenemos hoy en día publicado por la Revista Men´s Health y que vale la pena leer. 

Escrito por una mujer pero que a los hombres nos debe ayudar bastante también. 

El ataque de las novias
POR: Elsy Reyes
FECHA:2013-01-11

Existen mujeres que pueden presionarte hasta la locura para conseguir un anillo. Descubre cómo lidiar con una caza esposos, y salir con un saldo blanco.

Crecí viendo telenovelas. En ellas, es recurrente la escena de la novia que dejan plantada ante el altar, cuyos gruesos lagrimones y gritos desesperados terminan conmoviendo a la audiencia.

A mí todo el asunto del matrimonio nunca me movió una sola fibra, me parecía una situación ajena y desgastada. Pero, de pronto, mis amigas formaron parte de esos melodramas. Como una epidemia, llegó la inminente época en la que todas comenzaron a hablar de bodas, ya sean propias o de mujeres que conocíamos. Nos acercábamos a los 30.

A mí únicamente me preocupaba de dónde sacaría tantos vestidos distintos para la ola de ceremonias que teníamos enfrente.

Y comenzó la peste: abundaban los casos de mujeres sollozantes por un novio que durante los preparativos, o incluso a pocos días del enlace matrimonial, se arrepentía, pedía más tiempo o de plano salía huyendo sin dejar rastro. Yo sólo escuchaba opiniones femeninas repletas de ira y desprecio por aquellos truhanes. Hasta que decidí escuchar las de ellos y descubrí el síndrome de las novias psicóticas.

Tal vez la idea del matrimonio te anima, pero todavía no estás seguro de encontrarte preparado. Quizás creas que se lo debes a tu novia después de tantos años de relación, y sin embargo tu proyecto de vida dista demasiado de ella.

En algún momento, ella se transformará en un espécimen extraño que extenderá el anular como tentáculo para que al fin le coloques la sortija de compromiso; o quizá ya sucedió. Yo te diré cómo relajar su ímpetu y replantear tus proyectos casaderos.

Mujer soltera busca
En ocasiones, las mujeres podemos ser muy amenazantes. Pese a que la edad promedio en la que decidimos casarnos ha aumentado, tarde o temprano aparece en nuestras cabezas la idea de casarnos. Trata de entender las causas. Una mujer lidia más que tú con la opinión social, por lo que suele afectarle más ser compadecida por quedarse sola. La mayoría soñaron desde niñas con su boda. Pero sobre todo, y por desgracia, hemos heredado la idea de que la plusvalía de una mujer radica en haber o no haber sido elegida por un hombre para llevarla al altar. Como si necesitáramos un hombre que nos validara.

Entonces, cuando una mujer se siente cercana a ser llamada solterona, utilizará el ultimátum, la amenazas y cuanta treta se le ocurra para conseguirse a un marido. Tú, como un buen macho mamífero, tiendes a ponerte iracundo cuando te sientes amenazado. Entonces, surge una necesidad de escapar.

Ahora bien, lo primero que deberíamos considerar son las consecuencias de pronunciar el "sí acepto" de manera forzada.

El Vía Crucis comienza con el esperado anillo. Este objeto, tal pequeño como costoso, denota el triunfo de haber sido escogida. Luego, comienza la presión por establecer la fecha, el lugar, los invitados, el pastel, el vestido, las flores y demás gastos. Este viaje puede ser demasiado cansado si no estás convencido de hacerlo. Y cuando la ceremonia y la fiesta terminan, ¿qué sigue? Ese es un asunto que muchas "novias psicóticas" no analizan.

Según estudios, hay un aumento considerable en la cifra de parejas que se divorcian entre el primer y el quinto año de matrimonio. Evita ser parte de las estadísticas y actúa. Comienza por preguntarte: ¿de verdad estás listo para casarte?

Las seis C del casamiento
De acuerdo con el doctor Caxton Opere, experto en Prevención del Divorcio y las Complicaciones Médicas de la Separación, hay seis elementos para determinar si estás listo para el matrimonio:

Competencia. Debes ser capaz de manejar los diferentes aspectos de las relaciones con el sexo opuesto, incluidos los conflictos.

Compatibilidad. Esto incluye proyectos de vida similares, gustos, educación, cultura, apertura y afinidad sexual.

Compromiso. ¿Qué te impide comprometerte? Si no existe ningún factor económico, físico o profesionales; es decir, si tu única complicación eres tú mismo; entonces no estás listo.

Coherencia. Si no puedes ser coherente con lo que haces y lo que dices; y no tienes la capacidad de ser consistente con tus promesas de fidelidad y tolerancia, eso quiere decir que no estás listo para el matrimonio.

Conciencia. ¿Tienes empacho en lastimar a tu mujer con tal de conseguir tus propios intereses? El matrimonio es una constante prueba de solidaridad y sacrificio.

Comunicación. La habilidad para comunicarte efectivamente, es la clave para un apropiado conocimiento de ti mismo, la elección de pareja y el éxito en los negocios. ¿Eres capaz de comunicarle a tu pareja tus emociones? Si cada vez que intentan hablar, terminan en pleito, ya tienes la respuesta.

Corre, Forrest, corre
Puede ser que, en términos de madurez, sí estés listo para casarte, pero eso no quiere decir que ella sea la indicada. La mayor trampa en la que puedes caer es la costumbre. Muchas parejas se casan sólo porque vivieron un largo noviazgo (tal vez infestado de batallas campales y desilusiones) o porque tuvieron miedo o pereza de buscar a quien realmente querían.

Otra de las trampas es dejarte llevar por el momento en el que estás. Algunos hombres se comprometen, no porque estén con la persona que realmente aman y con quien pueden ser felices, sino porque su novia estaba ocupando el sitio de pareja en el momento en el que la edad y las presiones sociales empezaron a ejercer presión. Analiza. Si tu "novia psicótica" está al ataque, más vale que la frenes antes de hacerla (y hacerte) infeliz.

Revisemos la técnica.
La técnica es: habla con honestidad. Y punto. No hay más. La honestidad comienza contigo mismo. Si estás convencido de que todavía no es tu momento o que en definitiva ella no es la elección más inteligente que podrías tomar, dilo pero dilo ya. Puedes ser demasiado egoísta y quedarte ahí en tanto no aparezca la esposa de tus sueños, pero no creo que quieras cargar con un dolor ajeno tan profundo. No la hagas perder su tiempo, sobre todo si ella ya no es una quinceañera. Tampoco le generes falsas expectativas. Si detectas que ella comienza a plantearte la posibilidad de un matrimonio, no le des por su lado con tal de tener con quien pasar el fin de semana.

En suma, no esperes a decirle que "siempre no" el día de la prueba del vestido de novia. Esa sería le peor patanería que podrías cometer.

No eres tú, soy yo
Por otro lado, si piensas que ella es la adecuada y de verdad la amas, pero aún no es tu momento, aquí te propongo opciones:
Dale un anillo Sí, es un "calmante", pero vale la pena. Hazlo siempre y cuando se lo des con toda sinceridad. Dile algo como: "Esto es para demostrarte que eres la mujer de mi vida", y anticípale que esa muestra de lealtad no significa que deban fijar una fecha por ahora ya que deben, de común acuerdo, elegirla en el mejor momento para ambos.

Plantéale las consecuencias Hazle ver cómo perder la paciencia puede convertir su maravillosa relación en un infierno y aún más, que pueden estar matando la oportunidad de tener un buen matrimonio por no dejar que todo "se cocine" a su punto.

Considera la opción de la unión libre En realidad, quienes vivimos en concubinato sabemos que es lo mismo que el matrimonio, aunque con la diferencia de que no hay un papel firmado. Sin embargo, está comprobado que emocionalmente las personas se sienten más libres porque su relación no tiene un carácter definitivo. Tal vez sea una gran manera de probar si son el uno para el otro antes de invertir los ahorros de sus vidas en una boda.

Comprométete con la relación
Una mujer que se siente apoyada y recibe lealtad, respeto y bienestar en un noviazgo sabe esperar con tranquilidad y confiar en una promesa porque cada día se le demuestra que es alguien importante.

Catálogo de novias psicóticas
Huye de cualquiera de estas desesperadas. Tú te mereces una esposa que te quiera por lo que eres.

La borrega. Dícese de toda mujer que busca imperiosamente casarse porque todas sus amigas ya lo están y no quiere ser la perdedora.

La busca padre. Dícese de aquella madre soltera que busca a "quien sea" que pueda fungir como padre de su crío sin importar nada más.

La mantenida. Dícese de la mujer sin aspiraciones profesionales que busca al mejor postor que cargue con su responsabilidad de subsistencia.

La soñadora. Dícese de la dama cuyo único deseo es una fiesta de bodas para protagonizar un sueño infantil.

La odiadora de exes. Dícese de la fémina que busca con urgencia un marido para demostrar a su ex novio (que no quiso casarse con ella) que es capaz de llegar al altar.

La menopáusica emocional. Dícese de la mujer que busca esposo porque se siente vieja (aunque tenga 20) y piensa que no le queda mucho tiempo de edad fértil.

KENDON: VOLUMEN UNO-CAPÍTULO 1

  <p style=" margin: 12px auto