viernes, 15 de mayo de 2020

EL GOBERNADOR DE HIDALGO MENCIONA AL PROCURADOR DE MORELOS



...A las afueras del cementerio, Salas se despedía de la viuda del Jefe Sosa. 

—Estoy para servirle. Cuando sea, donde sea y como sea.

Hilary López se acercó a Salas.

—Teniente Javier Salas. Mi padre quiere verlo ahora.

—Gracias, Señorita Hilary. Enseguida voy.

En la carretera, en una turbo—limosina, el Candidato a Gobernador, acompañado de Hilary, conversaba con Salas. 

—Bueno, Teniente Salas, ahora hay una vacante en el departamento de policía del Estado. La de Jefe. Pero nadie quiere serlo, y los que quieren son corruptos, como Omar Cerda y Pablo Núñez. Hilary investigó tu trayectoria y creí que eras el más apto para el puesto y te habría dado todo mi apoyo una vez que yo ganara las elecciones para Gobernador.

—¿Por qué habla en pasado, Señor López?

—Después de escuchar tu discurso de hoy y de jurar que le devolverás la seguridad al Estado…

—¿Acaso cree que no podré hacerlo?

—Sinceramente, no. Porque estás solo en esta lucha. Claudio murió. No te ofendas, pero no eres el Procurador de Justicia de Morelos; Edgar Ramos, para acabar con todo el crimen de Hidalgo.  Me enteré que cuando eras estudiante de policía y capturaste al Loco Arriaga junto con Claudio, destruyeron media capital y se tardaron años en reconstruirla, ocupando gran parte del presupuesto. Cosa que no pienso apoyar ahora.

La turbo—limosina dio vuelta en la esquina de una zona comercial de Pachuca...

En el interior del vehículo, Salas debatía con Paulo López.

—Sr. López, le informaron mal. Yo no capturé al Loco Arriaga, ni tampoco el Jefe Sosa

En las calles, un joven de cabello chino y pelirrojo entró a una joyería. 

En el interior del vehículo, Paulo López comenzaba a discutir con Salas.

—Entonces ¿Quién? No me digas que El Loco Arriaga se entregó solo al ver la incompetencia de la policía.

—Nunca he sido un policía incompetente, ni el que capturó al Loco tampoco lo era.

—¿Quién capturó al Loco Arriaga?

—Lo capturó…

La turbo—limosina se detuvo afuera un negocio que estaba antes de la joyería y detrás de una turbo—camioneta, de pronto, la joyería explotó y la explosión volteó la turbo—camioneta.

Salas se alarmó el ver la explosión y salió rápidamente de la turbo—limosina. 

En las calles, Salas observaba que tres chicos iguales y vestidos de azul, sólo que uno con cabello lacio y rubio, otro con cabello corto y negro y uno con cabello pelirrojo y chino salieron de la joyería y se detuvieron al ver la turbo—camioneta volteada. 

—¿Qué conseguimos esta vez?—preguntó uno de Los Trillizos llamado Teodoro. 

—Uno grande—respondió el Trillizo llamado Roberto mostrándoles a sus hermanos un diamante enorme.

—Sirvió tu plan, Roberto. Ahora sí los Escorpiones tendrán que hacer un esfuerzo para superarnos—dijo el tercero llamado Jacobo, quien al mirar el diamante, observó por el reflejo, a Salas que les apuntaba con su arma láser. 

—¡No se muevan, Trillizos!

Varias turbo—patrullas llegaron rodeando a los Trillizos, los policías humanos salieron de los vehículos y les apuntaron a los Trillizos con sus armas láser.

—Otra vez esos policías necios. ¿Qué no saben que no pueden detenernos?—dijo Teodoro. 

—Yo me encargo—dijo Roberto dando un paso al frente. 

—¡Fuego!—ordenó Salas al resto de los Policías.

Roberto formó una esfera gigante con su guante y la esfera protegió a sus hermanos y a él de los disparos láser, la mayoría de los tiros rebotaron e impactaron a varios policías y a los turbo—autos provocando que la gente se bajara de los vehículos.

Teodoro sacó un gancho de sus dos guantes y con ellos les quitó sus armas láser a los policías restantes incluyendo a Salas, luego, dirigió sus ganchos hacia algunas turbo—patrullas y las arrojó sobre los otros turbo—autos.

Hilary y el Gobernador salieron de su turbo—limosina y corrieron, una turbo—patrulla cayó sobre su turbo—limosina luego de que salieran y el impacto provocó que una llanta saliera volando, golpeara al Gobernador y lo tirara. 

—¡Papá!—gritaba Hilary sin darse cuenta que una turbo—patrulla fue arrojada por Teodoro y estaba a punto de caerle encima, Salas se dio cuenta de eso y corrió hacia Hilary. 

—¡Hilary!—Salas se  aventó a Hilary justo antes de que la turbo—patrulla cayera, ambos cayeron a un lado del lugar donde la turbo—patrulla impactó el piso destruyéndose completamente por el impacto. 

—Oficial, debe ayudar a mi padre—pedía Hilary a Salas. 

Jacobo y Teodoro se acercaban a Hilary y Salas. 

—La dama viene con nosotros—dijo Jacobo mientras ponía la mira del láser de su guante sobre el pecho de Salas y luego le disparaba alejándolo de Hilary, Teodoro usó su gancho para amarrar y traer a Hilary hacia él. 

—¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Ayúdenme!

—Todos pónganse la capucha, es hora de irnos—ordenó Roberto, luego, los Trillizos se pusieron la capucha de su traje, tocaron la letra de su lado izquierdo y desaparecieron incluyendo a Hilary. Todos los policías y personas que estaban cerca se asombraron al ver lo sucedido.

Momentos después, Salas era atendido, junto con Paulo López, en una turbo—ambulancia, por Médicos Robots.

—De esto te hablaba, Teniente. Los Trillizos y los Escorpiones roban y destrozan cómo y cuánto quieren en Pachuca. No quiero parecer envidioso, pero, si viviéramos en Cuernavaca, Morelos, el héroe de ahí habría puesto en su lugar a esos criminales. Necesitamos a alguien como él, que no tenga miedo de atrapar a los villanos. Ahora los Trillizos tienen a mi Hilary.

Las palabras de Paulo López generaron una idea en Salas. 

—¿Quiere recuperarla, Sr. López?

—Claro, es mi hija y la amo.

—Entonces autorice un descongelamiento ahora. Creo que ya es tiempo.

 

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KENDON: VOLUMEN UNO-CAPÍTULO 1

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